¿De quién hablan tus juicios?

«En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven». Nicolás Maquiavelo.

Te invito a ver el siguiente video y reflexionar sobre lo que has visto:

  • ¿Qué juicios crees que han emitido los protagonistas?
  • ¿Cómo se han sentido?
  • ¿Cómo han actuado?
  • ¿Cómo crees que sus juicios han condicionado su forma de sentir y actuar?

Decía Epicteto: «No es lo que ha sucedido lo que molesta a un hombre, sino su juicio sobre lo sucedido. Cuando alguien te irrita, ten por seguro que es tu propia opinión la que te ha irritado».

 ¿Qué son los juicios?

Los conceptos opinión y juicio suelen confundirse con frecuencia y algunas personas conversan o discuten basándose en sus juicios en lugar de basarse en hechos. Esto puede generar dificultades en la comunicación y llevar a malentendidos.

Creo que es importante aprender a conversar en base a hechos en lugar de en base a juicios y ser conscientes de que interpretamos el mundo desde nuestro propio punto de vista pero nuestro punto de vista no es la realidad.

Para mi es fundamental distinguir entre lo que observo y el juicio que emito sobre lo que observo. Según Woody Allen: «Toda la gente conoce la misma verdad. Nuestra vida consiste en cómo nos decidamos a distorsionarla». Por lo tanto, veo la realidad a través de mis modelos mentales que van a actuar como filtros de esa realidad (educación, valores, creencias, experiencias pasadas, conocimientos, etc.) y a partir de ahí interpreto esa la realidad de una forma o de otra, lo que me  provocará un emoción que influirá en que actúe de una forma do de otra.

Cuando emito un juicio estoy haciendo una valoración y la expreso como si fuese una verdad absoluta que cualquier otro observador validará. Por ejemplo: Este informe está mal. Cuando juzgo no soy consciente del tipo de observador que soy y emito mi valoración con una gran carga emocional como si fuera un hecho.

¿Qué diferencia ves entre un juicio y una opinión?

A diferencia del juicio si emito una opinión soy consciente que mi observador y hago una valoración que sé que es subjetiva y soy consciente de que pueden existir otras interpretaciones diferentes a la mía. Ejemplo: Desde  mi punto de vista este informe no está bien. De esta forma hago una valoración que está basada en mis conocimientos, experiencia, valores, etc. pero que abre la comunicación con los demás puesto que acepto que es mi opinión y puede haber otras opiniones diferentes a la mía.

¿De quién hablan los juicios?

Según mi opinión cuando emitimos juicios, éstos hablan más de quién los emite que de aquello sobre lo que se valora. Estos juicios hablan de la persona que los emite y de su propia perspectiva al observar el mundo. Esto es debido a que cuando emito un juicio lo baso en mi pasado (conocimientos, experiencias, etc.), lo emito en el momento presente que determina mi actitud en ese momento y va a condicionar mi futuro. Al emitir un juicio crearé una realidad diferente. Si yo emito un juicio: “Eres torpe” esto va a generar realidades diferentes: puede ser que genere un conflicto con la persona, puede que la persona que lo recibe deje de hablarme, puedo ser recriminada por ese juicio, etc.

Los juicios pueden ser:

  • Válidos o inválidos: Según la autoridad que le otorgue a la persona que emite el juicio.
  • Fundados o infundados: Según los hechos en los que se base ese juicio.

Recuerdo una ocasión en que una clienta me dijo que su jefe había emitido un juicio que ella dio como verdadero porque era su jefe (válido) pero analizándolo se dio cuenta de que no estaba fundado en hechos (infundado).

¿Cómo cambiar el juicio por comprensión?

Bajo mi punto de vista puede ser útil dejar de juzgar y empezar a comprender. Para ello te invito a que reflexiones sobre estos aspectos:

  • Análisis: Antes de dar a conocer tu punto de vista a los demás analiza:
    • ¿En qué hechos están basados tus juicios?
    • ¿Cómo es tu proceso de razonamiento?
    • ¿Qué errores detectas en tu proceso de razonamiento?
    • ¿Qué otras interpretaciones son posibles?
  • Da a conocer tu perspectiva: A la hora de dar a conocer tu punto de vista a los demás ten en cuenta:
    • ¿Cuál es tu opinión?
    • ¿En qué datos se basa tu opinión?
    • ¿Cómo vas a explicar tu proceso de razonamiento?
    • ¿Para qué expones tu opinión?
    • ¿Qué propuestas de acción surgen de tus opiniones?
    • ¿Cómo vas a chequear que el otro te ha comprendido?
  • Comprende la perspectiva del otro: Para comprender las interpretaciones del otro valora:
    • ¿Cómo vas a escuchar y respetar su opinión?
    • Si algo no te queda claro ¿Cómo lo vas a aclarar?
    • ¿Cómo ha sido el proceso de razonamiento del otro para llegar a esas conclusiones?
    • ¿Qué consecuencias o propuestas de acción se derivan de su razonamiento?
    • ¿Cómo vas a chequear lo que has comprendido?

Te invito a leer este cuento.

¿Qué vas a hacer diferente para dejar de juzgar y comprender?

 

Photocredit: NeuPaddy

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